Vidal: "La pesca no puede seguir paralizada"Este martes, el gobernador de Santa Cruz, Claudio Vidal, participó de una nueva mesa de negociación en la Secretaría de Trabajo de la Nación, en medio del conflicto que atraviesa el sector pesquero en la región patagónica y que mantiene en riesgo cientos de puestos de trabajo.
La reunión se llevó adelante en un clima de fuerte tensión, con la presencia de autoridades nacionales, representantes de las cámaras empresariales del sector y los principales sindicatos marítimos, entre ellos el Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU) y el Centro de Patrones y Oficiales Fluviales.
Junto al mandatario provincial, también estuvo presente el intendente de Puerto Deseado, Luis "Pirri" Martínez, quien acompaña de cerca el desarrollo de las negociaciones por el impacto directo que tiene la actividad pesquera en la economía y el empleo de la localidad.
Durante el encuentro, desde Santa Cruz se presentaron propuestas concretas para reactivar la actividad pesquera, preservar los puestos de trabajo y establecer condiciones laborales justas. Sin embargo, a pesar de los planteos realizados, no se logró alcanzar un acuerdo definitivo entre las partes.
Tras varias horas de discusión, se resolvió pasar a un cuarto intermedio hasta el próximo jueves, a la espera de una nueva propuesta por parte de las cámaras empresariales, que aún no han cedido en varios de los puntos centrales planteados por los gremios y los representantes provinciales.
Al finalizar la jornada, el gobernador Vidal expresó: "La pesca no puede seguir paralizada. Venimos dialogando con responsabilidad, defendiendo los intereses de Santa Cruz y de toda la Patagonia. No podemos seguir dilatando decisiones que afectan a cientos de trabajadores y a economías regionales que dependen directamente de esta actividad".
Desde el Gobierno provincial reiteraron que la pesca es uno de los motores productivos fundamentales para la provincia y subrayaron la necesidad de alcanzar definiciones que otorguen previsibilidad a los trabajadores y permitan sostener el nivel de actividad.
El conflicto mantiene en vilo a una de las principales actividades económicas del sur argentino, donde cientos de familias dependen de la normalización del sector pesquero. Con la continuidad del cuarto intermedio, las miradas ahora están puestas en las próximas negociaciones, que serán determinantes para destrabar la crisis.
La reunión se llevó adelante en un clima de fuerte tensión, con la presencia de autoridades nacionales, representantes de las cámaras empresariales del sector y los principales sindicatos marítimos, entre ellos el Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU) y el Centro de Patrones y Oficiales Fluviales.
Junto al mandatario provincial, también estuvo presente el intendente de Puerto Deseado, Luis "Pirri" Martínez, quien acompaña de cerca el desarrollo de las negociaciones por el impacto directo que tiene la actividad pesquera en la economía y el empleo de la localidad.
Durante el encuentro, desde Santa Cruz se presentaron propuestas concretas para reactivar la actividad pesquera, preservar los puestos de trabajo y establecer condiciones laborales justas. Sin embargo, a pesar de los planteos realizados, no se logró alcanzar un acuerdo definitivo entre las partes.
Tras varias horas de discusión, se resolvió pasar a un cuarto intermedio hasta el próximo jueves, a la espera de una nueva propuesta por parte de las cámaras empresariales, que aún no han cedido en varios de los puntos centrales planteados por los gremios y los representantes provinciales.
Al finalizar la jornada, el gobernador Vidal expresó: "La pesca no puede seguir paralizada. Venimos dialogando con responsabilidad, defendiendo los intereses de Santa Cruz y de toda la Patagonia. No podemos seguir dilatando decisiones que afectan a cientos de trabajadores y a economías regionales que dependen directamente de esta actividad".
Desde el Gobierno provincial reiteraron que la pesca es uno de los motores productivos fundamentales para la provincia y subrayaron la necesidad de alcanzar definiciones que otorguen previsibilidad a los trabajadores y permitan sostener el nivel de actividad.
El conflicto mantiene en vilo a una de las principales actividades económicas del sur argentino, donde cientos de familias dependen de la normalización del sector pesquero. Con la continuidad del cuarto intermedio, las miradas ahora están puestas en las próximas negociaciones, que serán determinantes para destrabar la crisis.
