Policiales
ABUSO DE PODER

"Espero que tengas la cola preparada porque acá te van a hacer mierda"

Es lo que Jorge dijo que le gritaban los policías, mientras lo amenazaban y sometían a puntazos de borcegos, patadas, golpes e insultos. En diálogo con Mediática Digital, contó lo que vivió hace un mes en una comisaría local, luego de haber sido detenido cuando se dirigía a su casa, a la madrugada. Hoy se recupera de una segunda intervención quirúrgica, ya que señaló que como consecuencia del ataque, le quebraron el maxilar, fisuraron costillas y le generaron hematomas en todo el cuerpo.Tras radicar la denuncia correspondiente, hoy sólo espera Justicia.

En primer término, Jorge relató cómo sucedieron los hechos: "Yo me encontraba yendo a mi domicilio porque había estado acompañando a mi mamá, y tenemos una distancia de cinco cuadras. Nunca pensé ni imaginé que en el trayecto de cinco cuadras me iba a encontrar a Infantería. Sin preguntarme, pararon y me metieron adentro de la traffic. Yo iba sólo.Ni siquiera me preguntaron porqué yo estaba afuera, a esa hora de la noche en la calle porque esto sucedió a las 02:45 de la madrugada. Por más que estaba incumpliendo con el horario de la cuarentena, más de un acta no me correspondía o dejarme demorado en la comisaría, pero no  insultarme,patearme, golpearme y arrastrarme. Fue un abuso de poder, totalmente. Yo pregunté porqué me estaba deteniendo, y uno de los de infantería dice:"Mirá cómo habla este maricón, este puto" y empezaron a propinarme patadas, trompadas y a pegarme brutalmente y también me esposaron. Todo eso sucedió hasta que me llevaron a la Comisaría Sexta. Me bajaron de los pelos y me arrastraron hasta el sector Quincho, que queda en el fondo de la comisaría. Ahí había música, era algo de película. Yo no podía creer lo que estaba viendo. Me tiraron ahí y siguieron los abusos, me siguieron pegando, pateando y todo el tiempo insultándome. Todo el tiempo me denigraban por ser gay. Me decían: "maricón", "puto de mierda", "trolo", "mirá cómo te vestís". Eso me lo decía una de las efectivas femeninas que estaba ahí. Había tres o cuatro que eran efectivos de la Sexta y entre seis y ocho que eran personal de Infantería, que estaban todos tapados asi que el rostro, obviamente no me lo voy a recordar, pero hay uno que sí, que me acuerdo la mirada, la parte de sus ojos porque fue el que me pegó la patada en la cara y me quebró el maxilar, del lado izquierdo de la cara, por lo cual perdí la movilidad para abrir la boca, me fisuraron las costillas y tuve hematomas en todo el cuerpo.Me preguntaban cuál era mi nombre y yo me negaba porque no me decían por qué me estaban deteniendo. Cuando les dije mi nombre me preguntaron si yo era hijo de algún policía o si tenía algún familiar policial ahí adentro. No sé si por mi apellido que coincidiría con el de alguno de sus compañeros. No entendía bien eso, estaba como ido porque no podía creer la situación que estaba viviendo. Me querían hacer firmar unos papeles, a lo cual yo me negaba porque no sabía qué era y no me dejaban leerlo tampoco porque me decían que yo no tenía derechos, que miraba muchas películas. Pedí ir al baño y también me lo negaron, me dijeron que me haga encima. Siempre me trataron de muy mala manera. Como yo me niego a firmar los papeles, viene uno de Infantería y me patea otra vez, me tira de la silla al suelo y me caigo. Había tres sujetos de infantería, uno me tenía con sus borcegos en los pies, presionandome, otro en la espalda, y otro me ponía su borcego en el cuello y me dejaba sin aire, sin respirar. No aguanté más y le dije que sí iba a firmar esos papeles. No sé que firmé. De ahí me llevan al calabozo y me amenazaban que me iban a llevar con los demás presos, y me decían "espero que tengas la cola preparada porque acá te van a hacer mierda". Me amenazaban con que me iban a violar. Volví a pedir ir al baño y no me dejaron. Me metieron al calabozo sin zapatillas, sin medias y me habían arrancado los aros, que tampoco me los devolvieron, y ahí me tuvieron hasta las 09:30 de la mañana."

Consultado sobre la posibilidad de hacer algún llamado, Jorge dijo: "En todo momento me negaron la posibilidad de llamar a alguien. Me dijeron que no me correspondía, y que no tenía ese derecho, que yo miraba muchas películas. Eso me lo dijo el Jefe de Guardia que estaba ahí."

Siguió el relato: "A las 09:30 de la mañana salgo, y como estuve en el calabozo de pie no pude dormir, llegué cansado y me acosté. No le comenté nada a mi familia hasta que me levanté, a las seis de la tarde. Les comunicó lo que me pasó y de ahí nos fuimos al Hospital Río Gallegos. Me hicieron los análisis correspondientes, y constatan que yo tenía una fractura en el maxilar, lesiones en las costillas, y el doctor dejó asentado cada hematoma que tenía."

Mediática Digital preguntó sobre los pasos siguientes, a lo que Jorge dijo: "Ese mismo día, después de hacerme los análisis quise hacer mi denuncia, averiguamos qué teníamos que hacer y nos dijeron que teníamos que ir al Comando 101. Ahí el personal nos atendió mal cuando les dijimos que queríamos hacer una denuncia a la Sexta. Nos dijeron que teníamos que ir al lugar adonde habían ocurrido los hechos. Yo no quería volver a revivir todo lo que había pasado porque pensaba que iba a encontrar de nuevo a los que estuvieron en ese turno. Me dijeron que era el único lugar adonde podía ir. No me dieron opciones. Y de ahí me dirigí a la Sexta porque quizá pensaron que yo no iba a ir y por eso me dijeron eso. Me armé de valor y fui. Me tomaron la denuncia y conté todo lo que me había pasado. La Jefa que estaba a cargo me atendió muy bien. No podía creer lo que me había pasado en el turno de la noche y no estaba al tanto de lo que había sucedido. Me escuchó y tomó la denuncia. Después me acerque a Jefatura, a hablar con un jefe para contarle lo que me había pasado. Él tampoco estaba al tanto de lo que había sucedido y no lo podía creer, y él mismo me dijo que no correspondía que me hayan hecho eso porque por más que yo esté incumpliendo la cuarentena, como mucho me correspondía un acta. Me dijo que como ya había hecho la denuncia ahora tenía que esperar porque después me iban a llamar para hacer un reconocimiento facial, y que eso demoraba entre dos y tres meses. Después de ahí no tuve más respuestas. Yo sé que los efectivos que estuvieron ahí y los de infantería siguen trabajando normalmente y que no tuvieron ningún tipo de sanción y ni siquiera les hicieron un sumario. Todo esto quedó en la nada, como pasa siempre en la policía."

Consultado sobre si alguien más se había comunicado con él, afirmó; "Hoy me comunique con la gente de Derechos Humanos porque cuando pasan estos hechos uno no sabe donde recurrir, y al hacerse pública la denuncia aparece mucha gente que te puede ayudar, pero uno no sabe. Y desde Derechos Humanos me dieron una gran ayuda."

En cuánto a cómo se encuentra de salud, dijo: "Sigo en recuperación. El lunes me sacan los puntos de la segunda cirugía y de ahí tengo que seguir con fisioterapia para recuperar la movilidad de la boca, y que obviamente no va a ser lo mismo que antes."

Finalmente, Jorge dejó su mensaje a la comunidad: "Lo que quiero es que esto no quede en la nada porque como muchos sabemos, hay muchos casos que pasan acá en el barrio, y mucha gente queda callada porque no saben cuáles son sus derechos.Y quiero que las personas que estuvieron involucradas en ese turno que se hagan cargo y responsables y que se tomen medidas de sanciones y que ya no trabajen más en la Policía porque gente que esté así en la Fuerza que se supone que nos tiene que proteger, no corresponde. Yo me siento desamparado totalmente por la seguridad de acá. Jamás me pasó nada ni en el Barrio ni caminando. Yo ahora tengo miedo. Le tengo miedo a la Policía."

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