Las ráfagas de viento alcanzan los 90km/hYa lo había alertado el Servicio Meteorológico Nacional en el día de ayer y hoy, la APSV ya solicitó extremar las precauciones. También les proporcionamos unos consejos a aquellos que deban salir a la ruta.
La Agencia Provincial de Seguridad Vial solicita a los conductores que extremen precauciones por viento intenso y y guanacos en la Ruta Nacional N°3.
Desde el servicio meteorológico Nacional informan que el viento tiene una dirección de Oeste a Sudoeste con una intensidad de 68 kilómetros por hora, con ráfagas de 90 kilómetros por hora.
Lo que debe saber si sale a la ruta
Viento fuerte: Las ráfagas de viento fuerte pueden cambiar la trayectoria del vehículo.
Velocidad: Reducir la velocidad es el vital para hacer frente a las ráfagas de viento.
Volante: Tome con firmeza el volante y concentre la vista hacia donde quieres dirigir el vehículo.
Marchas cortas: En caso de viento muy fuerte utiliza marchas cortas para avanzar.
El viento fuerte o racheado es uno de los fenómenos climatológicos de los que menos en cuenta se tiene su peligrosidad a la hora de conducir. El viento fuerte puede producir varios efectos en el vehículo que pueden hacer cambiar su trayectoria repentinamente, reducir la tracción y el agarre de las ruedas e incluso puede hacer volcar un vehículo de grandes dimensiones.
El viento realmente fuerte suele ser racheado, con repentinas sacudidas y esto se notará en la dirección del vehículo e incluso en la suspensión, provocando balanceos que desestabilizan el vehículo y afectan a la trayectoria. Además, el viento se mete por los bajos del vehículo creando un efecto de elevación de la carrocería si se circula a alta velocidad, reduciendo el agarre de las ruedas en el asfalto.
Reducción de velocidad
Por todos estos peligros, es vital reducir la velocidad cuando se sientan los primeros bandazos en el vehículo debidos al viento. La reducción de la velocidad es el mejor antídoto ante los problemas que produce el viento, ya que los cambios de dirección serán menos críticos, los balanceos más controlables y se evitará que el vehículo pierda agarre. Cuando se note una sacudida o un balanceo del vehículo inesperado, buscar con la vista árboles junto a la carretera permite detectar antes si hemos entrado en una zona de viento fuerte, ya sea en un puerto de montaña, como en zonas llanas.
Manos firmes en el volante
Las rachas de viento se notan sobre todo en la dirección, con ligeros cambios de dirección que hay que corregir con el volante para mantener la trayectoria dentro del carril. Si hemos reducido la velocidad, estos cambios de dirección serán pequeños y con sólo coger con cierta firmeza el volante y estar atentos con la vista hacia dónde queremos llevar el vehículo, podremos hacer frente a las rachas de viento sin sustos.
Cuidado con los camiones
Los camiones, por su volumen, hacen de pantalla frente al viento, sobre todo si el viento es lateral. Si conducimos con viento fuerte por una autopista o carretera llana y adelantamos a un camión con una diferencia de velocidad elevada, notaremos repentinamente la falta de viento, tanto en la dirección como en el balanceo de la suspensión, provocando una desestabilización e incluso un cambio en la trayectoria. Esto asusta mucho cuando nos acostumbramos a conducir compensando el efecto del viento durante varios kilómetros y de pronto sentimos la falta de éste. Si tienes que adelantar un camión, hazlo con precaución y con una diferencia de velocidad no muy elevada.
Remolques y vehículos grandes
Hay que extremar las precauciones y la reducción de velocidad al conducir con viento fuerte vehículos con remolque, ya que éstos son más propensos a verse afectados por las ráfagas, desestabilizarse y agudizar los problemas de trayectoria en el vehículo que tira. Si el remolque es grande y ligero, como una roulotte, es incluso aconsejable cancelar el viaje y esperar a que el viento amaine. Cuenta más superficie de carrocería tenga el vehículo, más se notará el efecto del viento, por lo que hay que tener más cuidado con los vehículos grandes, sobre todo como un todoterreno grande y antiguo, una furgoneta o un camión. Aún se notará más si uno de estos vehículos va con poca carga.
Viento extremo
Cuando las ráfagas de viento son muy fuertes y extremas, por ejemplo en pasos elevados de montaña, conduce con mucha precaución, reduce la velocidad y utiliza marchas cortas para elevar las revoluciones del motor y tener potencia de reserva para hacer frente a las ráfagas de viento. Contra el viento es necesaria la potencia del vehículo, no la velocidad.
La Agencia Provincial de Seguridad Vial solicita a los conductores que extremen precauciones por viento intenso y y guanacos en la Ruta Nacional N°3.
Desde el servicio meteorológico Nacional informan que el viento tiene una dirección de Oeste a Sudoeste con una intensidad de 68 kilómetros por hora, con ráfagas de 90 kilómetros por hora.
Lo que debe saber si sale a la ruta
Viento fuerte: Las ráfagas de viento fuerte pueden cambiar la trayectoria del vehículo.
Velocidad: Reducir la velocidad es el vital para hacer frente a las ráfagas de viento.
Volante: Tome con firmeza el volante y concentre la vista hacia donde quieres dirigir el vehículo.
Marchas cortas: En caso de viento muy fuerte utiliza marchas cortas para avanzar.
El viento fuerte o racheado es uno de los fenómenos climatológicos de los que menos en cuenta se tiene su peligrosidad a la hora de conducir. El viento fuerte puede producir varios efectos en el vehículo que pueden hacer cambiar su trayectoria repentinamente, reducir la tracción y el agarre de las ruedas e incluso puede hacer volcar un vehículo de grandes dimensiones.
El viento realmente fuerte suele ser racheado, con repentinas sacudidas y esto se notará en la dirección del vehículo e incluso en la suspensión, provocando balanceos que desestabilizan el vehículo y afectan a la trayectoria. Además, el viento se mete por los bajos del vehículo creando un efecto de elevación de la carrocería si se circula a alta velocidad, reduciendo el agarre de las ruedas en el asfalto.
Reducción de velocidad
Por todos estos peligros, es vital reducir la velocidad cuando se sientan los primeros bandazos en el vehículo debidos al viento. La reducción de la velocidad es el mejor antídoto ante los problemas que produce el viento, ya que los cambios de dirección serán menos críticos, los balanceos más controlables y se evitará que el vehículo pierda agarre. Cuando se note una sacudida o un balanceo del vehículo inesperado, buscar con la vista árboles junto a la carretera permite detectar antes si hemos entrado en una zona de viento fuerte, ya sea en un puerto de montaña, como en zonas llanas.
Manos firmes en el volante
Las rachas de viento se notan sobre todo en la dirección, con ligeros cambios de dirección que hay que corregir con el volante para mantener la trayectoria dentro del carril. Si hemos reducido la velocidad, estos cambios de dirección serán pequeños y con sólo coger con cierta firmeza el volante y estar atentos con la vista hacia dónde queremos llevar el vehículo, podremos hacer frente a las rachas de viento sin sustos.
Cuidado con los camiones
Los camiones, por su volumen, hacen de pantalla frente al viento, sobre todo si el viento es lateral. Si conducimos con viento fuerte por una autopista o carretera llana y adelantamos a un camión con una diferencia de velocidad elevada, notaremos repentinamente la falta de viento, tanto en la dirección como en el balanceo de la suspensión, provocando una desestabilización e incluso un cambio en la trayectoria. Esto asusta mucho cuando nos acostumbramos a conducir compensando el efecto del viento durante varios kilómetros y de pronto sentimos la falta de éste. Si tienes que adelantar un camión, hazlo con precaución y con una diferencia de velocidad no muy elevada.
Remolques y vehículos grandes
Hay que extremar las precauciones y la reducción de velocidad al conducir con viento fuerte vehículos con remolque, ya que éstos son más propensos a verse afectados por las ráfagas, desestabilizarse y agudizar los problemas de trayectoria en el vehículo que tira. Si el remolque es grande y ligero, como una roulotte, es incluso aconsejable cancelar el viaje y esperar a que el viento amaine. Cuenta más superficie de carrocería tenga el vehículo, más se notará el efecto del viento, por lo que hay que tener más cuidado con los vehículos grandes, sobre todo como un todoterreno grande y antiguo, una furgoneta o un camión. Aún se notará más si uno de estos vehículos va con poca carga.
Viento extremo
Cuando las ráfagas de viento son muy fuertes y extremas, por ejemplo en pasos elevados de montaña, conduce con mucha precaución, reduce la velocidad y utiliza marchas cortas para elevar las revoluciones del motor y tener potencia de reserva para hacer frente a las ráfagas de viento. Contra el viento es necesaria la potencia del vehículo, no la velocidad.