Río Gallegos en emergencia, pero Grasso inauguró un nuevo mercadito de escabeches y conservas en Los AntiguosMientras la capital está en emergencia económica y administrativa, decretada por él mismo, el intendente viajó a inaugurar un nuevo mercadito de escabeches y conservas en Los Antiguos, utilizando recursos que provienen de los vecinos riogalleguenses.
Hace unos días atrás, el intendente Pablo Grasso declaró la emergencia económica y administrativa, asegurando que el municipio atraviesa una situación crítica y necesita frenar gastos, ajustar cuentas y priorizar servicios esenciales.
Sin embargo, ese mismo contexto no le impidió viajar a Los Antiguos, e inaugurar un mercadito comunitario más.
El dato que encendió la bronca entre vecinos y referentes opositores es aún más grave: acusan a Grasso de movilizar recursos del municipio de Río Gallegos para sostener actividades y estructura fuera de la ciudad, incluso mientras declara que no hay dinero para servicios básicos en la capital.
"Río Gallegos está en emergencia, pero la plata aparece para los actos políticos en otras localidades. Es una burla", cuestionaron vecinos, que denuncian un manejo discrecional del presupuesto municipal.
La contradicción es evidente: en Río Gallegos, maquinaria parada, sin servicios esenciales, vaciadero a punto de incendiarse, suciedad por todos lados, baches en todas las calles, falta de camiones recolectores; pero en Los Antiguos, escenario armado, nuevo lugar de reuniones, recorrida política, fotos y videos.
El contraste reavivó las sospechas sobre las prioridades del intendente, quien continúa con una agenda de actos y recorridas fuera de su jurisdicción, mientras la capital se hunde en problemas acumulados.
Mientras tanto, la emergencia le permite al Ejecutivo municipal realizar contrataciones directas, reasignar partidas y manejar fondos con menor control administrativo, lo que incrementa las críticas sobre hacia dónde se dirige realmente el dinero público.
Río Gallegos espera respuestas. Grasso sigue en campaña.
Hace unos días atrás, el intendente Pablo Grasso declaró la emergencia económica y administrativa, asegurando que el municipio atraviesa una situación crítica y necesita frenar gastos, ajustar cuentas y priorizar servicios esenciales.
Sin embargo, ese mismo contexto no le impidió viajar a Los Antiguos, e inaugurar un mercadito comunitario más.
El dato que encendió la bronca entre vecinos y referentes opositores es aún más grave: acusan a Grasso de movilizar recursos del municipio de Río Gallegos para sostener actividades y estructura fuera de la ciudad, incluso mientras declara que no hay dinero para servicios básicos en la capital.
"Río Gallegos está en emergencia, pero la plata aparece para los actos políticos en otras localidades. Es una burla", cuestionaron vecinos, que denuncian un manejo discrecional del presupuesto municipal.
La contradicción es evidente: en Río Gallegos, maquinaria parada, sin servicios esenciales, vaciadero a punto de incendiarse, suciedad por todos lados, baches en todas las calles, falta de camiones recolectores; pero en Los Antiguos, escenario armado, nuevo lugar de reuniones, recorrida política, fotos y videos.
El contraste reavivó las sospechas sobre las prioridades del intendente, quien continúa con una agenda de actos y recorridas fuera de su jurisdicción, mientras la capital se hunde en problemas acumulados.
Mientras tanto, la emergencia le permite al Ejecutivo municipal realizar contrataciones directas, reasignar partidas y manejar fondos con menor control administrativo, lo que incrementa las críticas sobre hacia dónde se dirige realmente el dinero público.
Río Gallegos espera respuestas. Grasso sigue en campaña.



