Comenzaron los despidos en el Concejo Deliberante de Río Gallegos y se vienen más ajustesA tono con el decreto 6861 que declara la emergencia económica y administrativa, el Concejo decidió adherir y reducir personal. "El Concejo puede funcionar con menos gente", dijo su presidenta, Cynthia Kamu, en medio de reclamos y malestar entre los cesanteados. Seguirán horas extras, plus, aguinaldos y más, en pos de pagar la fiesta multimillonaria del aniversario de Río Gallegos.
El Concejo Deliberante de Río Gallegos se plegó al decreto 6861 emitido por el Ejecutivo municipal, que declaró la emergencia económica y administrativa en toda la estructura del municipio. En ese marco, el cuerpo legislativo resolvió realizar despedidos y avanzar con recortes en nombre del "reordenamiento" institucional.
La presidenta del Concejo, Cynthia Kamu, justificó la medida al asegurar que "el Concejo puede funcionar con menos gente" y que "es necesario hacer un reordenamiento".
El presupuesto aprobado por mayoría, el año pasado, de 9.716 millones de pesos, destinó más de 6.900 millones al pago de sueldos (según declaraciones de Kamu al medio Infiltrados). En ese contexto, la administración municipal -que atraviesa denuncias por gasto desmedido en ornamentación y eventos- intenta ahora mostrar austeridad con el ajuste sobre el personal.
Mientras tanto, los despedidos denuncian arbitrariedad y falta de criterios claros en la selección de los cesanteados. La medida, presentada como una "adhesión a la emergencia", se interpreta políticamente como un gesto de alineamiento con el Ejecutivo y un intento de mostrar control sobre los gastos, aunque el costo político podría ser mayor dentro del propio recinto.
El Concejo Deliberante de Río Gallegos se plegó al decreto 6861 emitido por el Ejecutivo municipal, que declaró la emergencia económica y administrativa en toda la estructura del municipio. En ese marco, el cuerpo legislativo resolvió realizar despedidos y avanzar con recortes en nombre del "reordenamiento" institucional.
La presidenta del Concejo, Cynthia Kamu, justificó la medida al asegurar que "el Concejo puede funcionar con menos gente" y que "es necesario hacer un reordenamiento".
El presupuesto aprobado por mayoría, el año pasado, de 9.716 millones de pesos, destinó más de 6.900 millones al pago de sueldos (según declaraciones de Kamu al medio Infiltrados). En ese contexto, la administración municipal -que atraviesa denuncias por gasto desmedido en ornamentación y eventos- intenta ahora mostrar austeridad con el ajuste sobre el personal.
Mientras tanto, los despedidos denuncian arbitrariedad y falta de criterios claros en la selección de los cesanteados. La medida, presentada como una "adhesión a la emergencia", se interpreta políticamente como un gesto de alineamiento con el Ejecutivo y un intento de mostrar control sobre los gastos, aunque el costo político podría ser mayor dentro del propio recinto.



