Bucci: "Grasso no quiere una Justicia mejor, quiere una Justicia obediente"El vocero del Gobierno de Santa Cruz cuestionó duramente la propuesta del intendente Pablo Grasso de votar a los jueces. Acusó al dirigente de querer someter a la Justicia al poder político y de tener un historial de gestión sin rendición de cuentas.
Para Sergio Bucci, secretario de Medios y vocero del Gobierno de Santa Cruz, la iniciativa de Pablo Grasso para elegir jueces por voto popular no es una reforma, sino un intento deliberado de avanzar en el sometimiento del Poder Judicial.
"Elegir jueces en elecciones no busca mejorar el sistema judicial, busca asegurarse de que nadie se atreva a investigarlo. En Santa Cruz, después de 36 años de hegemonía política, no hay un solo condenado por corrupción. Esa es la verdadera historia judicial que nos persigue: una Justicia que nunca miró al poder", afirmó Bucci.
El funcionario cuestionó duramente el rol histórico del Poder Judicial en la provincia, al que calificó como funcional al statu quo.
"Durante décadas, la Justicia no se caracterizó por su independencia ni por su valentía. Mientras se sucedían gestiones marcadas por el abuso de los recursos públicos, el silencio judicial fue la norma. Obras inconclusas, manejos opacos de fondos, privilegios políticos: en Santa Cruz pasó de todo y sin consecuencias. La Justicia, lejos de ser un contrapeso, fue una cómplice pasiva de la impunidad estructural."
En ese contexto, Bucci sostuvo que la propuesta de Grasso no tiene como fin acercar la Justicia a la ciudadanía, sino garantizarse impunidad Y recordó el historial del intendente de Río Gallegos: "Como presidente del IDUV dejó un tendal de obras inconclusas, contratos poco claros y presupuestos direccionados políticamente. El principal contratista de las obras publicas es el socio de su pareja, algo muy raro. Y como intendente, evita sistemáticamente rendir cuentas, no publica los ejecutados presupuestarios, no implementa el Boletín Oficial Municipal y mantiene vedada la información pública. Muchas autoridad tiene Grasso para hablar de transparencia e institucionalidad ¿No?..."
Para Bucci, lo que Grasso realmente teme no es una Justicia corrupta, sino una que actúe con independencia. "Lo que teme es una Justicia que funcione sin obedecerle. Porque una Justicia libre sería el primer límite real a un poder que durante años no tuvo ninguno."
Para Sergio Bucci, secretario de Medios y vocero del Gobierno de Santa Cruz, la iniciativa de Pablo Grasso para elegir jueces por voto popular no es una reforma, sino un intento deliberado de avanzar en el sometimiento del Poder Judicial.
"Elegir jueces en elecciones no busca mejorar el sistema judicial, busca asegurarse de que nadie se atreva a investigarlo. En Santa Cruz, después de 36 años de hegemonía política, no hay un solo condenado por corrupción. Esa es la verdadera historia judicial que nos persigue: una Justicia que nunca miró al poder", afirmó Bucci.
El funcionario cuestionó duramente el rol histórico del Poder Judicial en la provincia, al que calificó como funcional al statu quo.
"Durante décadas, la Justicia no se caracterizó por su independencia ni por su valentía. Mientras se sucedían gestiones marcadas por el abuso de los recursos públicos, el silencio judicial fue la norma. Obras inconclusas, manejos opacos de fondos, privilegios políticos: en Santa Cruz pasó de todo y sin consecuencias. La Justicia, lejos de ser un contrapeso, fue una cómplice pasiva de la impunidad estructural."
En ese contexto, Bucci sostuvo que la propuesta de Grasso no tiene como fin acercar la Justicia a la ciudadanía, sino garantizarse impunidad Y recordó el historial del intendente de Río Gallegos: "Como presidente del IDUV dejó un tendal de obras inconclusas, contratos poco claros y presupuestos direccionados políticamente. El principal contratista de las obras publicas es el socio de su pareja, algo muy raro. Y como intendente, evita sistemáticamente rendir cuentas, no publica los ejecutados presupuestarios, no implementa el Boletín Oficial Municipal y mantiene vedada la información pública. Muchas autoridad tiene Grasso para hablar de transparencia e institucionalidad ¿No?..."
Para Bucci, lo que Grasso realmente teme no es una Justicia corrupta, sino una que actúe con independencia. "Lo que teme es una Justicia que funcione sin obedecerle. Porque una Justicia libre sería el primer límite real a un poder que durante años no tuvo ninguno."