Indignación popular en Caleta Olivia por falta de aguaCentenares de vecinos de la ciudad del Gorosito se autoconvocaron por redes sociales y protagonizaron en la tarde noche de este miércoles una ruidosa manifestación de protesta por la escasez de agua potable que afecta a todos los barrios.
La indignación se manifestó de manera generalizada contra autoridades del Ejecutivo municipal, concejales y de manera particular contra los responsables de la empresa Servicios Públicos Sociedad del Estado que es la encarga de la distribución.
La problemática se ve potenciada cada verano pero ahora adquiere visos de peligrosidad debido a la pandemia del Coronavirus y paradójicamente las autoridades sanitarias y del COE exigen que la comunidad cumpla con normas de higiene como medida de bioseguridad.
Las principales reservas de la ciudad están prácticamente agotadas porque está cortado el suministro que aporta el acueducto del Lago Musters y para colmo la planta de Osmosis Inversa volvió a quedar inoperante por otra avería en toma marina, en tanto que el volumen que aportan los acuíferos de mesetas constituye apenas un paliativo.
La mayoría de los vecinos solo tiene la opción de comprar agua a propietarios de camiones cisternas a un costo mínimo de 500 pesos los mil litros.
Por ello estalló la bronca y la gente marchó por las calles con pancartas, banderas, baldes y bidones rellenados con pedregullo para hacer sentir su clamor, vociferando no pocos insultos hacia dirigentes políticos, exigiéndoles que den la cara y aporte soluciones de inmediato. (El Patagónico)
La indignación se manifestó de manera generalizada contra autoridades del Ejecutivo municipal, concejales y de manera particular contra los responsables de la empresa Servicios Públicos Sociedad del Estado que es la encarga de la distribución.
La problemática se ve potenciada cada verano pero ahora adquiere visos de peligrosidad debido a la pandemia del Coronavirus y paradójicamente las autoridades sanitarias y del COE exigen que la comunidad cumpla con normas de higiene como medida de bioseguridad.
Las principales reservas de la ciudad están prácticamente agotadas porque está cortado el suministro que aporta el acueducto del Lago Musters y para colmo la planta de Osmosis Inversa volvió a quedar inoperante por otra avería en toma marina, en tanto que el volumen que aportan los acuíferos de mesetas constituye apenas un paliativo.
La mayoría de los vecinos solo tiene la opción de comprar agua a propietarios de camiones cisternas a un costo mínimo de 500 pesos los mil litros.
Por ello estalló la bronca y la gente marchó por las calles con pancartas, banderas, baldes y bidones rellenados con pedregullo para hacer sentir su clamor, vociferando no pocos insultos hacia dirigentes políticos, exigiéndoles que den la cara y aporte soluciones de inmediato. (El Patagónico)
