"No veo la hora de verlo personalmente y abrazarlo"

 "Tengo que agradecer a Dios que me dio mucha vida para que pueda conocer a mi nieto y no veo la hora de verlo personalmente y abrazarlo", dijo esta mañana Hortensia Ardura, madre de Oscar Walmir "Puño" Montoya y consecuentemente la abuela paterna de Guido, el restituido nieto N° 114 que era buscado por las Abuelas de Plaza de Mayo.

La mujer, que ya superó las nueve décadas de vida, vive en la casa que está a los fondos de la imprenta de su otro hijo, Jorge, ubicada en la calle José Hernández de Caleta Olivia.

Hace muchos años, con su familia residía en Cañadón Seco, donde en 2010 de inauguró una plazoleta en memoria de "´Puño" y otras dos personas que durante su juventud fueron víctimas de la dictadura militar de los años 70.

Hortensia fue asediada por medios periodísticos de todo el país que la llamaban insistentemente por teléfono desde las seis de la madrugada.

En medio de un cambiante estado de sentimientos que iban de la alegría, a la tristeza y la melancolía, trató de expresar lo que sentía luego de conocerse la noticia que conmocionó al país y a gran parte del mundo.

"Me enteré por la tele; yo sabía que existía el nene hace rato y siempre supe que tenía un nieto, porque Estela de Carlotto (la abuela materna) siempre hablaba de eso. Entonces, yo sabía que también era mi nieto porque la hija de ella fue pareja de mi hijo", dijo con voz entrecortada, antes de quebrarse en llanto..

"A mi hijo los militares lo persiguieron desde que vivía en Cañadón, hasta que lo mataron en La Plata", relató.

Contó además que para poder identificar sus restos que fueron hallados varios años después de finalizar la dictadura militar, aceptó dar una muestra de sangre, como también lo hizo su marido fallecido hace pocos años y su otro hijo, Jorge.

Estas muestras fueron cotejadas en el año 2009 por el banco genético de las Abuelas de Plaza de Mayo con el ADN encontrado en un cuerpo hallado el cementerio de la localidad bonaerense de Berazategui.

"Gracias a ese estudio ahora podemos saber que Guido es hijo de Oscar" dijo Hortencia, algo que le fue comunicado telefónicamente el martes por una de las hijas de Estela de Carlotto.

La antigua vecina caletense admitió que desde hace mucho tiempo sabía que tenía un nieto "pero nunca nos imaginamos que podía llegar a aparecer, por eso digo que esto realmente ha sido un milagro y hay que darle gracias a Dios".

En el final de la improvisada charla con este medio reveló que tanto las cenizas de Oscar como de su padre descansan en campos de la Estancia Bahía Langara, propiedad de la familia, ubicada a unos 25 kilómetros al norte de Caleta Olivia.

Fuente: Voces y Apuntes