Después de tres jornadas intensas de debate en el Tribunal Oral de la Primera Circunscripción Judicial y finalizada la recepción de pruebas queda pendiente para este viernes 21, la fase de alegatos de las partes involucradas.

“En cuanto al tema pendiente de la participación en el juicio de Raúl Gómez, ex secretario general de ATE quien hasta hoy estaba propuesto como testigo y el Tribunal lo ha tratado de oficio y ha considerado que deberá ser relevado de su nombramiento y justamente, de oficio, hemos entendido que han surgido durante el debate una serie de imputaciones en el correr de las testimoniales que ameritan este cambio de situación dentro del proceso. Por lo tanto, si bien ha sido tenido como testigo por la justicia de instrucción, este Tribunal considera que deberá ser sometido a proceso en su fase investigativa, en el proceso instructorio para los cual se extraerán las partes pertinentes y se pondrá a disposición de la justicia de instrucción su investigación”, así explicó el Dr Crabral, presidente del Tribunal los motivos por los cuales Gomez será procesado.

El fiscal, Dr. Gabriel Giordano adhirió a esta medida y al respecto expresó: “Se adelantaron porque lo iba a hacer el Ministerio Público y esta fiscalía va a promover una acción ante los fiscales de instrucción. Además, alegando para que el Tribunal no se me adelante, que también lo va a hacer respecto a otros funcionarios que intervinieron y también con otros testigos”.

PENDIENTE

Otro testigo pendiente fue Duarte que se encuentra derivado con su hijo por motivos de salud, a lo cual el fiscal Giordano solicitó la incorporación por lectura, ante la oposición de la defensa pero finalmente, el Tribunal decidió aceptar la propuesta del Dr. Giordano.

LA BALANZA COMPLICADA

A la ya cuestionada investigación llevada adelante por la Dra. López Leston en su momento, en relación a la causa, ahora se le suma la implicación del fiscal Chan en la misma. Esto sucedió en la tarde del jueves al testificar Juan José Ortega empleado del poder judicial quien manifestó: “Ví una columna de humo. Me avisan por mensaje que se estaba incendiando un edificio público y fue una situación particular porque no veo bomberos, no veo a tránsito, y revivo lo sucedido en la Cámara de Diputados y al ver esta orfandad absoluta de seguridad me lleva a llamar al fiscal Chan para advertirle de esta situación, iniciado ya el fuego, y para decirle primero que enviara a bomberos porque podían correr peligro las casas lindantes y él me contesta que lo están viendo, que estaba reunido en ese momento con la Dra. López Leston y el comisario y lo estaban evaluando. A esto respondí que no hay demasiado tiempo y no queda otra que actuar y enviar de forma urgente a los bomberos. Entonces, me consulta si estaban dadas las condiciones, a lo que le respondí que si, con lo cual, en cierta forma le di algún tipo de garantía para que ingresaran los bomberos para sofocar el fuego que estaba en sus inicios”.

Pero hubo un segundo pedido de Ortega a Chan: “Le pedí por favor que la investigación sea seria por el contexto político y social de ese momento, una interna feroz entre el peraltismo y el camporimos y además, porque ya se hablaba ahí de una traffic de la cual se había bajado gente que generó todo. No vaya a ser cosa que los trabajadores vuelvan a pagar cuestiones que tienen que ver con internas políticas puntualmente porque decían que las traffics venían de las unidades básicas”. A pesar de su llamado, el fiscal “no hizo absolutamente nada”.

LA POLICIA TESTIFICA

Al tocarle el turno al Comisario Rodríguez, de la Unidad Regional Sur manifestó conocer a Arteaga con anterioridad debido a que el joven fue alojado en el Instituto del Menor. Explicó que: “todo comenzó cuando tiraron una bengala, ingresó uno al edificio y después veo que tiran petardos”, pero no pudo individualizar a los autores.

Al consultarle si había habido alguien a quien haya podido individualizar: “A Alberto Arteaga, y lo conocía de antes por mi profesión”, pero al ser interrogado por el abogado defensor, aclaró: “Solamente lo vi tirando petardos”.

En tanto, el comisario Vera, según lo testificado no tenía funciones específicas dentro de la seguridad de las paritarias y a pesar de ello elevó un informe, por pedido de la Seccional Primera, aseverando que en el lugar donde se celebraban las paritarias no había seguridad externa.

QUIETOS EN EL LUGAR

Otro de los testigos fue el agente Nicolás Ibáñez, en su momento prestaba funciones en la Seccional Primera, y manifestó al Tribunal que conocía a Apendino como vecino. Ibáñez relató lo sucedido: “Todo estaba tranquilo hasta que salen una mujer y un hombre y se reúnen con las personas que se encontraban fuera del edificio y comienzan a exaltarse y generan daños sobre el mismo, arrojando pirotecnia y una persona de campera negra, zapatillas blancas, encapuchada y aparentemente de pelo largo con tenía un tatuaje en una de las manos, similar a una luna produce fuego en la puerta principal”.

Al informar a sus superiores lo que sucedía se les ordenó que se mantuvieran “quietos en el lugar y sólo nos retiramos hasta que nos dieron la orden”.

Además señaló que Apendino tenía una gomera en la mano y que al sacarse la capucha de su cabeza, lo reconoce. También pudo observar el accionar de Apendino quien arrojo un neumático encendido al interior de la Función Pública.

A pesar de haber sido testigo, junto a sus camaradas de cómo comenzó la situación de caos, jamás lo impidieron: “Porque la orden era de no proceder”

TRABAJADORES

Ernestina Cheuquemán Guerrero y Laura Albero, compañeras de trabajo de Patricia Benítez en el Hospital (HRRG) reiteraron, al igual que otros testimonios anteriores que la imputada llegó al lugar cuando todo ya estaba envuelto en un caos y como cualquier enfermera se dedicó a sacar y retirar gente del lugar

Por otro lado, César Calbún perteneciente, en su momento al Ministerio de Desarrollo Social recargó las tintas sobre Gómez señalándolo como promotor de violencia

DETENIDOS A PAN Y AGUA

Las defensas de Patricia Benítez, Ernesto Apendino, Ramón Arteaga, Diego Reyes y el Pollo Diaz elevaron al Tribunal una denuncia por malos tratos a los presos en el momento del traslado por parte de Infantería. Fueron lastimados, marcados en sus muñecas, golpeados en la espalda y todo esto en la Traffic. Presentaron sangre y marcas “y es que el trato se modificó en la tarde del miércoles” manifestaron los abogados. Es por esta causa que se procedió a la revisación médica de los detenidos.

Pero esto no fue el final, porque por la tarde, los defensores debieron realizar otra queja debido a que sus representados no habían almorzado aún. Si bien, en un principio se solicitó a la alcaidía que subsanara la situación y ante la falta de respuesta, fueron los propios trabajadores de la justicia que reunieron un poco de alimentos para los detenidos que a las tres de la tarde no habían almorzado aún.