Realizadas en el marco del Plan Nacional de Medicina Nuclear Nucleovida, que impulsa el Estado Nacional a través de los ministerios de Planificación y Salud y la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), avanzan las obras en el Centro de Medicina Nuclear de Río Gallegos, en la provincia de Santa Cruz. 

 El proyecto implica la construcción de un edificio de 3000 metros cuadrados, que será equipado con tecnología de punta para el diagnóstico y tratamiento de Enfermedades Crónicas No Transmisibles (ECNT), como el cáncer y enfermedades cardiovasculares y endocrinológicas, entre otras. La obra edilicia avanza rápidamente. 

Mediática Digital estuvo en la obra del Centro de Medicina Nuclear y dialogó con la titular de LALCEC Río Gallegos, Susana Portela, el titular de la empresa Chimen Aike que está a cargo de la obra, Rubén Aranda y con el ingeniero Alejandro Croppi quien brindó detalles técnicos de la misma.

Susana Portela: “Es una maravilla”

Portela luego de realizar la recorrida junto a los profesionales de la construcción que están a cargo de la obra, calificó a la misma como algo maravilloso: “Hacía mucho que no paseaba por la zona, haberme acercado al lugar, y haber visto que de la nada hay semejante edificio, y que va a solucionar tantos problemas a la comunidad, es una cosa de no creer. Es la primera vez que vengo. Había visto movimiento de construcción, el cartel que hablaba de un Centro Nuclear, y ahora haber recorrido gracias a los ingenieros, y que nos hayan explicado con detalles, todo lo que ha diseñado el INVAP, es una maravilla.”

Además, Susana Portela destacó que este Centro de Medicina Nuclear se construya en nuestra ciudad, ya que alguna vez LALCEC lo tuvo como proyecto, pero les fue económicamente imposible poder afrontarlo: “Nosotros que trabajamos con la prevención en salud, al tener esto en funcionamiento, va a ser como tocar el cielo con las manos porque el desarraigo del paciente de cáncer que tiene que irse a otra localidad, hospedarse, alimentarse, hacerse los tratamientos, con la depresión que eso conlleva, tener en su ciudad, o en su zona, o en su provincia un semejante Centro de Medicina Nuclear, es una cosa increíble. Desde el año 90 con LALCEC hemos estado hablando, fuimos muy optimistas en ese momento, y lo queríamos hacer, incluso vino gente del INVAP, pero claro los costos eran imposibles de asumir. Tal es así que cuando se crea el CABIN en Comodoro Rivadavia, en Chubut, se asociaron todas las ong, rotary, leones, las escuelas, las cooperadoras, los gobiernos, y tengo entendido que ya o lo tienen que desactivar o es muy pequeño o sea que con esto también atenderíamos gran parte de Chubut y de Tierra del Fuego, por supuesto.”

La titular de LALCEC también resaltó la importancia de contar con este Centro y ayudar a los pacientes oncológicos a que no sufran el desarraigo y todo lo que conlleva el mismo: “Aunque sea un habitante que podamos salvar con un tratamiento local, ya esta bien invertido el dinero porque hay gente que por desconocimiento, o por depresión o por la lejanía de su hogar, la enfermedad se hace más cruenta. En cambio, estando aquí, en su casa, con su gente, es más fácil.”

Finalmente, Susana Portela destacó que el Proyecto sea del INVAP, pero sobre todo que la empresa y la mano de obra sea del lugar: "Nos pone muy contentos que la mano de obra sea local, que la empresa Chimen Aike sea  la constructora, y que el Ingeniero sea Alejandro Croppia, a quien vimos nacer en la localidad."

Rubén Arnada: “Hoy la obra está en el orden del 70 por ciento”

Por su parte el titular de la empresa Chimen Aike, quien está a cargo de la obra, Rubén

 Aranda confirmó el avance de la esta importante obras, resaltando también el trabajo de los obreros: “Ha sido un día fantástico, contento porque estamos desarrollando la obra en un tiempo más que acelerado. Hoy la obra está en el orden del 70 por ciento. La finalización estaba prevista para el mes de Enero de 2016, aceleramos los tiempos con el gran acompañamiento de los trabajadores, y el gremio de la construcción, la UOCRA, y toda obra tiene su complejidad pero por suerte estamos bien. Estamos muy contentos y orgullosos de participar en la construcción de este Centro de Medicina Nuclear, que nos eligiera el INVAP, el Ministerio de Planificación Federal, y esta obra que fue decisión de la Presidente de la Nación, así que es un orgullo.”

Alejandro Croppi: “Es un orgullo”

El ingeniero Alejandro Croppi, también destacó la importancia de la construcción de este Centro de Medicina Nuclear en Río Gallegos, y brindó algunos detalles técnicos de la obra: “Para mí es muy importante en lo personal. La verdad que no imagine nunca estar en una situación de estas características, es un orgullo. Es una obra masiva en hormigón, es de aproximadamente 1800 metros cúbicos. Logramos hacerlo en pleno invierno, armando carpas, caloventores, con servicios adicionales de grúa para adelantar los plazos. Se hizo todo un mecanismo y una logística atendiendo a la carga lo que más podíamos, de la franja lumínica que tenemos acá en el invierno. Pero salió todo muy bien. No hemos tenido un invierno muy frío, pero sí muy llovedor, y particularmente Agosto fue más frío que Julio. Tuvimos calles escarchadas más en Agosto que en Julio, pero nosotros ya estabamos saliendo de la parte del hormigón masivo así que tuvimos suerte.”

Consultado sobre la cantidad de metros cubiertos, el ingeniero detalló: “Son aproximadamente 3000 metros cuadrados cubiertos, de los cuales, es una obra que va a llevar un total de 2100 metros cúbicos de hormigón. Hoy por hoy estamos hormigoneando sectores de menos calidad de hormigón, pero que son más difíciles de construirlos porque son laberintos. Son pocos metros pero nos llevan mucho tiempo.” Además, subrayó el uso de las estructuras de blindajes: “Todos los inspectores estamos trabajando también en los blindajes, y los blindajes vienen ya calculados por el INVAP, garantizando que no salga la radiación. Son blindajes que cubren sectores que son de 2 metros y medio de hormigón, y hay otros equipos que son autoblindados. En sí, el equipo es moderno y no genera radiación.”

Finalmente, Croppi relató también como hecho anecdótico uno de los trabajos de logística que tuvieron que realizar para fabricar ellos mismos los encofrados a utilizar: “Como el país está en movimiento, cuando a uno le cae en las manos una obra como esta, tiene que armar una logística. Y nos fue muy difícil conseguir encofrados especiales. Y conseguimos que desde Tolhuin nos abastecieran con una gran cantidad de madera y los pudimos fabricar. Y la gente sacó en trineo la madera del bosque. En el resto del país se utilizan encofrados especiales, nosotros por una ubicación geográfica, y la distancia y el movimiento que hay en país, no había disponibilidad de esos encofradores especiales, y de todas maneras lo logramos.”